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La agenda internacional de 2025 pasa por Sudamérica

PAULO PACHECO Embajador de Brasil en Chile

Por: PAULO PACHECO | Publicado: Jueves 5 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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PAULO PACHECO

En noviembre de este año culminó la presidencia brasileña del G20, con la realización de la Cumbre de Líderes en Rio de Janeiro, que trajo a nuestro continente a algunos de los principales líderes mundiales, quienes incluso aprovecharon su presencia en Sudamérica para visitar diversos países de la región. La reunión del G20 fue marcada por una huella del Sur Global al lograr consenso sobre la reforma de la gobernanza internacional, la promoción de la inclusión social y de la lucha contra el hambre y la pobreza, y el compromiso con el desarrollo sustentable y las transiciones energéticas. El próximo año, Brasil y Sudamérica seguirán siendo destacados en el escenario internacional para proyectar todavía más su voz y prioridades.

Brasil tendrá, en el 2025, la presidencia del BRICS, grupo que hoy responde por el 45% de la población mundial y más de 1/3 del PIB global. Como ya ha resaltado el canciller brasileño, Mauro Vieira, el BRICS es actualmente el mayor símbolo de la formación de una efectiva multipolaridad. Su expansión y el creciente interés en la asociación, reflejan la capacidad que tiene este mecanismo para convocar reformas necesarias de la gobernanza internacional, además de llamar la atención sobre las prioridades del mundo en desarrollo. El lema de la presidencia brasileña será “Fortaleciendo la Cooperación del Sur Global por una gobernanza más inclusiva y sustentable”.

“El Sur global y, en especial Sudamérica, será en 2025 uno de los motores de las transformaciones para enfrentar el cambio climático, impulsar el multilateralismo y el desarrollo sustentable”.

En el segundo semestre de 2025, Brasil también asumirá la presidencia de Mercosur. El bloque, además de sus Estados partes, tiene como socios a todos los países de Sudamérica y reúne miembros con destacada producción agroalimentaria, gran mercado consumidor, industria sofisticadae e inmenso potencial en las transiciones energéticas, además de una fuerte institucionalidad y comercio. La integración regional es -y puede ser aún más- una aliada del multilateralismo, y se refuerza en momentos desafiantes como los que se anuncian para los próximos años.

Asimismo, Brasil será la sede de la esperada COP30, la cual enfrentará uno de los desafíos globales más urgentes: contrastar y mitigar el cambio climático. Nuestra región, después de recibir también la COP de la Biodiversidad en Colombia, tendrá una oportunidad única para proyectar sus perspectivas y convocar a los países del mundo a aumentar su ambición climática, relevar el tema de la financiación y de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas. En ese mismo sentido, nos permitirá demostrar nuestras credenciales en temas de energía limpia, conservación, agricultura e industrias sostenibles.

En 2025, la mirada internacional estará enfocada en Sudamérica. Nuestro diálogo en instancias como el Consenso de Brasilia contribuirá para que trabajemos juntos a favor de un mundo pacífico, inclusivo y sustentable. El Sur Global y, en especial Sudamérica, ha sido una fuerza activa a favor de la paz, y será también, en 2025, uno de los motores para las transformaciones necesarias para enfrentar el cambio climático, impulsar el multilateralismo, la promoción del desarrollo sustentable y la reforma de la gobernanza internacional. Y tal como ocurrió en la cumbre del G20, estamos seguros de poder contar con la participación activa de Chile, cuya relación con Brasil estará también en relieve en 2025, año en que el presidente Gabriel Boric hará una visita de Estado en la que celebraremos por primera vez el Día de la Amistad Chileno-Brasileña, el 22 de abril.

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